Lo primero a tener en mente para elegir moisés es el uso para el que está destinado. Los moisés que se venden hoy en día son para bebés desde recién nacido hasta los 6 meses de edad, o hasta que se puedan incorporar que suele coincidir con el gateo.
Por otro lado hay distintos materiales de fabricación, lo más aconsejados son los ventilados y naturales, para evitar alergias y un correcto fluido de aire, los de palma y mimbre cumplen perfectamente esta función.
El moisés de palma es más flexible, esto le proporciona que sea más cómodo de trasladar de un lugar a otro, suelen tener un bonito trenzado y diseñado para no deformarse.
El moisés de mimbre es más rígido, pero a la vez ligero de peso, su material permite ser pintado y ser blancos, rosas, azules…, el trenzado de mimbre es realizado a mano y no se deforma con los años.
Las vestiduras de moisés deben ser algo acolchadas, para proteger las zonas más duras como la parte superior del moisés, también se recomienda se sean de algodón y tejidos transpirables, que se puedan retirar y lavar con facilidad.
El colchón debe ser adecuado para amortiguar el peso de un bebé hasta aproximadamente los 6 meses de edad, el colchón puede protegerse con una sábana impermeable que evite humedades, así como llevar siempre una sábana bajera 100% algodón que es la que esté en contacto con el bebé.
Si el moisés incluye capota es un punto a su favor, esta permite proteger mejor al bebé de corrientes en el exterior o fuertes luces, por otro lado proporciona un mejor cobijo a la hora de la siesta.
El moisés debe contar con fuertes asas que permitan su desplazamiento de un lugar a otro de la vivienda.
La mayor ventaja de los moisés es su tamaño compacto y reducido, lo hace ideal para acostar al recién nacido, es mucho más acogedor que una grande y fría cuna donde se sentirá perdido. Por otro lado podemos desplazarlo por toda la vivienda sin despertar al bebé, estando cerca y al alcance de la vista de los padres.